Pacto mediático.
El pacto que Dios hizo con el pueblo de Israel a través de Moisés fue un preámbulo para el pacto definitivo que haría a través de Cristo Jesús. Esto está determinado por el carácter del pacto y su contraste con la promesa de Dios hecha a Abraham: "En ti serán benditas todas las familias de la Tierra".
Las características que tuvo el pacto con el pueblo de Israel en primer lugar, Éxodo 20.2: "Yo Soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto": es un pacto solo con el pueblo de Israel, las palabras que forman parte de el hacen alusión una y otra vez al pueblo de Israel que se iba a estructurar como pueblo bajo sus directrices. Esto le quita autoridad sobre quien no es pueblo de Israel.
En segundo lugar, el mismo pacto establece que vendría un nuevo profeta, de la categoría de Moisés, Deuteronomio 18.15-19. Y el que no acatara las palabras de ese nuevo profeta, que Dios le enviaría, sería cortado del pueblo. Lo cual es evidencia de que no es un pacto definitivo, sino mediático.
Estos pasos dados por Dios son parte del proceso natural de toda relación con más de una parte. En su conocimiento de las cualidades del ser humano, como ente social, de elaborar leyes para garantizar la buena convivencia, Dios utilizó al pueblo de Israel como ejemplo para destacar que no podemos ser perfeccionados delante de El por el cumplimiento de una ley con legisladores y prerrogativas humanas sin la ayuda suya sino por fé en su gracia en Cristo Jesús.
El pueblo de Israel no pudo alcanzar la perfección por medio de las obras, mucho menos nosotros, Hechos 15.10.

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