Cardiología espiritual.
Uno de los versos del libro de proverbios más conocidos es: Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. Proverbios 4:23. Y en lo primero que debemos fijarnos como aprendices de esta clase de cardiología es en la función del corazón, la cual es que de el fluye la vida.
Yo que estoy dando una materia de Psicología ahora, de urgencias de psicología para ser exacto, y que he vivido circunstancias asi, puedo decir que la falta de estabilidad en las emociones de una persona, puede afectar su comportamiento para mal, pues lo pone ansioso, colérico, inquieto o eufórico.
Cristo dijo que lo que sale del corazón del hombre es lo que lo daña, refiriéndose con esto a la mentira, el adulterio, la fornicación, el robo, las malas palabras. Y es que, aunque algunos digan que cuando la Biblia habla de corazón se refiere a la mente, todo apunta a que habla de las emociones: pues a la hora de la verdad, la energía de los movimientos (emociones) son las te ayudan a llevar a cabo el pecado.
Debemos, pues, con el conocimiento de la palabra de Dios y la presencia del Espíritu Santo, ir limpiando toda esa maldad que fluye de nuestro corazón, para así, después de crear conciencia de cómo somos, saber de qué ambientes, de que personas, de que circunstancias y de qué forma guardar nuestro corazón, entregarle nuestro deleite a Dios.
Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos.
Proverbios 23:26

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