La penalidad de no ser dirigido por un sistema.

 

Un sistema es un conjunto de reglas que rigen el comportamiento de los elementos sujetos a él. Saber cómo funciona un sistema te da el conocimiento de predecir que va a pasar producto de una acción que tú provocaste, o que fue provocada por otro. Esta inteligencia se da en la flora, la fauna y los hombres.

Es el caso de las emboscadas que le ponen leonas y leones a sus presas: prediciendo los cazadores cómo va a reaccionar la presa ante la primer amenaza. Pero dominar un sistema, no te ausenta de otro mayor, a menos claro que te creas un dios.

Eso pudo ser lo que le pasó al hombre que escribió repetidas veces que el principio de la sabiduría es el temor de Jehová. Pudo ser que se envaneciera por el elogió Dios le hizo a su intencionalidad pura: Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oir juicio,1 Reyes 3:10-11.

Salomón se desvió del camino de Dios y se envolvió en un mundo de lujos riquezas y placeres que no llenaron la ausencia de Dios en su vida. Fue reprendido varias veces por el mismo Dios más no fue hasta su vejez cuando escribió que servirle Dios joven es más gratificante que hacerlo en la vejez, Eclesiastés 12.1.

Cuando tú no tienes a nadie por encima de ti a quien rendir cuentas y te crees por encima de todo sistema, estas retando a Dios, y alejandote de toda oportunidad de salvación. La buena noticia es que si reconoces tu falta puedes ser perdonado y aceptado por Dios en su reino.

Ese puede ser tu caso, no te has engrandecido frente a los demás y crees que no tienes que rendirle cuentas a nadie. Pero déjame decirte que esa soberbia te aleja de lo que no se gana y, es lo que más cuesta: la paz con el dueño del sistema que es el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;

1 Pedro 5:6