Has dejado tu primer amor?
A uno como predicador, en una sociedad que en su inmediatez pensamiento es propenso a la contradicción en lo ya fundamentado, no le conviene escribir sobre esto, pero Cristo es polémico. Así como tiene un mensaje de amor, de tolerancia, de paciencia, de humildad; también el mismo aclara que el vino a poner disensión entre padres e hijos.
La disensión es el desacuerdo en temas delicados o importantes. Entendiendo pues que esto puede ser mal interpretado hay que aclarar que Jesús no llama a la anarquía familiar, ni al despropósito de la familia, sino que está llamando al cristiano a guardar su corazón a pesar de una opinión contraria de su líder natural y de gran valor emocional.
Es confirmada esta idea bíblica por nuestro Señor cuando lo pone de la siguiente manera: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Lucas 14:26.
En otro texto bíblico se nos habla de esa misma palabra: aborrecer. La cual nosotros pensamos que es desechar o perder, sin embargo los estudiosos del hebreo aclaran que en el texto "amé a Jacob y aborreci a Esaú", de Malaquias 1.2-3, aborrecer significa "amar menos" o "preferir".
Con la prerrogativa establecida de Lucas 14.26, Cristo se sitúa como el primer amor de todo discípulo o seguidor de Él. Los otros amores son secundarios. Esto nos alumbra el contexto de Apocalipsis 2.1-7 y la frase "Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor".
Tu corazón ha desechado el primer amor de todo hombre y mujer, o luego de probarlo lo ha desestimado por los avatares de la vida?
A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos. No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa. El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
Mateo 10:32-39

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