También hay que ser valiente para calmarse!

 


En resumen:

  1. Todo miembro de la iglesia es parte del cuerpo de Cristo y cuando toleramos orgánicamente a un hermano (no de boca, sino como si se tratara de convivir con una lesión que sabes que la tienes porque es parte de la vida lesionarse) como por ejemplo: su falta de madurez en algún aspecto, nos estamos identificando con Cristo cuando se hizo despreciado y desechado por nosotros. Esto es ver a Cristo en el hermano. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. 1 Corintios 12:13.
  2. Asi como te dispones a relajarte tomando una actitud de expectación a algo que no es común (porque lo común es el estrés): así debes disponer tu mente cuando vallas a un culto al altísimo: con humildad y dispuesto a ser guiado por el Espíritu Santo con el fin de agradar a Dios. Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Romanos 12:1.
  3. Lo que nos une es el Espíritu Santo, y si lo contristas, el fruto del Espíritu no se hará visible en tu vida. Si endureces tu corazón a la voz de Dios estarás viviendo una vida sin amor que no será fructífera en lo esencial y terminarás provocando un cáncer en el cuerpo de Cristo. Así como pasó con los israelitas que caminaban sin rumbo en el desierto y tuvieron que ser extirpados del pueblo. (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), Efesios 5:9.
  4. Aprender a disponer tu corazón, librandote de todo sentimiento que te impida agradar al Señor en el culto, te va a ayudar a dejar que Dios peleé por ti en toda tu vida. Se empezará a manifestar el fruto del Espíritu Santo en ti y serás de bendición para otros. Tu vida hayara nuevo sentido y estarás en la disposición de que Dios cumpla su propósito en ti. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Filipenses 4:6-8

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