Cuando Dios es primero!
Si la mayor posesión de un hombre no son los bienes que posee, ni lo que pueda planificar para multiplicar o proteger lo que gane en esta vida, lo que le ayudará a sobrevivir, a él y a los suyos, en este mundo competitivo; entonces cuál es su posesión más valiosa? Si ganar la aprobación del mundo, en cuanto a la dirección, los amigos, la conveniencia, es perder la vida eterna; entonces la cosa no es fácil. Debemos buscar la dirección de Dios para distinguir cuándo nos estamos mundanalizando y cuándo estamos haciendo la voluntad de Dios, cuándo le estamos dando cabida en nuestro corazón a nuestro yo y cuándo es el Espíritu Santo que dirige nuestra vida. Por eso es que debemos cargar nuestra cruz y seguir a Cristo, según nos dice Marcos 8.34-37, Mateo 16.22-26, Lucas 12.16-20. La vida en este mundo nos pondrá reglas y paradigmas con la intención de desviarnos del propósito de Dios para nuestra vida. Josué y Caleb conquistaron la tierra prometida porque no valoraron la sensatez del ...