"Lo que vas a hacer, hazlo pronto!"
Esa fue la penúltima frase de Jesús a Judas antes de ser apresado, golpeado y crucificado, "Lo que vas a hacer, hazlo pronto". Estas pudieran ser las palabras que detonaron su remordimiento de haber vendido al maestro: y las que posteriormente lo llevarían al suicidio; por no acercarse a la misericordia de Dios.
En las escenas de estas palabras, Jesús dijo algo que nos muestra bajo que prerrogativa de conocimiento actuó Cristo en la situación de su arresto. El dijo: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y palos me tratais? Habiendo estado con vosotros cada día en el templo, no extendisteis las manos contra mí; mas esta es vuestra hora, y la potestad de la tinieblas.
Lo cual viene a confirmar las palabras del sabio Salomón en Eclesiastés 3: todo tiene su tiempo. los momentos de prueba comunes a todos los cristianos se dan como testimonio de que bajo circunstancias de elección nosotros escogemos la respuesta correcta.
Cuando a Job le llegó la hora de las tinieblas, esto no le fue oculto a Dios, todo lo contrario El permitió para demostrarle al enemigo que sus hijos le sirven por elección y apesar de que hay situaciones adversas.
Ahora bien, estamos nosotros preparados para decirle a nuestro enemigo: "Lo que vas a hacer, hazlo rápido. Tu lucha no es contra carne y sangre, es contra Principados y potestades. Debemos doblegar nuestro cuerpo y someterlo a la servidumbre del que nos ha dado su Espíritu Santo por garantía de su promesa de librarnos en día de la hora de las tinieblas.
Referencias Bíblicas:
Juan 13.27
Lucas 22.52-54
Eclesiastés 3.1
Job 1-2
Hebreos 4.16

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