"Cuando el culto es un spa"

 Qué le falta a tu experiencia de culto para que lo consideres el spa de tu alma? Ciertamente el espíritu humano juega un papel importante en la vida cristiana; Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Juan 4:24. No basta con saber que Cristo viene (como las vírgenes insensatas) sino tener en nosotros lugar para el Espíritu Santo en nuestro espiritu.

Y es que el evangelio no se trata de la simple asistencia a un culto donde ejercitarenos nuestra mente y nuestras relaciones con los hermanos: se trata de una cita con el sublime e inefable Dios que nos creó y nos salvó, pero que además quiere vivir con nosotros en una constante relación (que es más especial cuando hay dos o tres en su nombre).

Un cristiano sin pasión no tiene la más potenciadora ayuda (su corazón) para vivir la vida cristiana. "El espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil" le dijo Cristo a sus relajados apóstoles. La coneccion entre el espíritu y el corazón, que es de donde fluye la vida, es lo que nos hace arder en el fuego del Señor en los cultos.

No vivimos en un spa todos los días, pero así como la lluvia temprana y la tardía hacen producir la tierra, la presencia sobrenatural de Dios nos reanima para seguir adelante cuando vamos a servir con el corazón al Dios de lo imposible.

La verdad es que hay que estar del otro lado de la montaña para entender al Rey David cuando decía que Jehová era su porción y: Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,Que habitar en las moradas de maldad.

Salmos 84:10