Lo determinante.
Se encargaron los apóstoles de enseñarnos que tenían un compromiso más allá de la dificultad con hacer la voluntad de Dios, y es que el mismo Cristo lo dejó bien claro: A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos. Mateo 10:32-33. Y esto lo aprendieron muy bien, aunque no de una vez, sino más bien después de recibir al Espíritu Santo. Ejemplo de esto tenemos en el apóstol Pedro y el apóstol Juan, quienes apesar del riesgo de perder la vida, frente a los mismos que propiciaron la muerte de Cristo, y en representación de la Iglesia dijo: Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús. Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; Hechos 4:18-19. Esto no es al...